martes, 18 de septiembre de 2012

Marketing Gerencial: Estrategia del Posicionamiento




¿Te has preguntado alguna vez por qué cuando vas a coger un producto en el estante de un supermercado de una determinada marca, de pronto paras tu mano en el aire, cambias de opinión y coges el de al lado? La razón se llama "posicionamiento", y el motivo es que, con independencia de cuál fuera la primera marca en que te fijaste, la que finalmente elegiste es la que estaba mejor posicionada en tu mente.


Pero ¿qué es realmente el posicionamiento? Es, como casi todas las cosas en marketing, una cuestión de percepción, y consiste en conseguir que nuestra marca se grabe en la mente de nuestros clientes potenciales en la forma en que a nosotros nos convenga y asociada al concepto que hayamos definido previamente.

¿Por qué es una cuestión de percepción? Porque no importa si nuestro producto es mejor, más duradero, de más calidad, etc., si el cliente lo percibe realmente así. Dicho más claramente: el posicionamiento no tiene nada (o muy poco) que ver con la realidad, sino con la forma en que los clientes nos ven. Claro que, obviamente, si la realidad coincide con el posicionamiento que queremos, tanto mejor, y sobre todo será mucho más fácil conseguirlo.

Pero lo que en realidad subyace en las estrategias de posicionamiento es lograr destacar un "elemento diferencial" de nuestro producto, marca, etc., respecto a su competencia. Algo que lo hace distinto, mejor, más atractivo, más deseable. Y no importa si es algo objetivo, como ser más barato, o algo tremendamente subjetivo, como que nuestro perfume hace que la mujer atraiga más a los hombres.

La importancia del posicionamiento y la fuerza que ejerce sobre las decisiones de compra justifican que las grandes empresas gasten millones en posicionar sus productos.

Ante esta afirmación me parece escuchar miles de voces preguntando al unísono: ¿Y cómo voy yo, sin apenas presupuesto, a conseguir posicionar mis productos?


La verdad es que no es sencillo, pero tampoco imposible. Y, sobre todo, lo importante es que puede hacerse a golpe de millones, como están haciendo tantos sitios web, o con muy poca inversión, aunque trabajando muy duro, como hacemos la mayoría de los ciberemprendedores. Lo único que hace falta es saber cómo hacerlo.


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